miércoles, 18 de julio de 2007

- TIEMPOS DIFÍCILES, de CHARLES DICKENS

LIBRO PRIMERO.- SEMBRAR
Caricatura burda del utilitarismo. “El número uno”, es decir el “interés propio” del utilitarismo es injustamente ridiculizado en esta obra. Los personajes son estereotipos exagerados, imposible encontrar un solo personaje que se pueda identificar con lo humano.
El utilitarismo o, en su expresión mas amplia, el liberalismo, padre del capitalismo moderno ha sido el motor de la revolución industrial y de su inagotable fuente de progreso tecnológico. Este progreso tecnológico es el responsable de la eliminación de las hambrunas y muertes epidémicas de la Europa Occidental. El liberalismo lleva en sí la mejora, cualquier discrepancia es solucionable sin salir del liberalismo. La abolición de la esclavitud no es un triunfo de la revolución social que representó la revolución francesa, la mejora de las condiciones laborales no es un triunfo del marxismo, ambos progresos sociales, como cualquier otro que se quiera mencionar, son producidos por su innecesidad, cuando el empleo masivo de las máquinas hace innecesario el empleo de obra gratuita que supone la esclavitud, esta se prohíbe; cuando las máquinas se perfeccionan y se incrementa la producción las condiciones laborales mejoran, puesto que los beneficios permiten aportar recursos en esa dirección, es mas se descubre que los beneficios se incrementan. Cuando “el número uno” es el dinero, todos se benefician.
El utilitarismo, la ilustración, el gobierno de la razón, la educación científica no quita el desarrollo de las emociones y de los sentimientos, es más van unidos. La razón no se opones a la pasión, sino que la razón es el instrumento de la pasión. Un análisis racional de la educación implica un estudio de cada etapa infantil, y de cumplir unos objetivos diferentes. El eliminar el juego, el afecto, la fantasía de los niños es una aberración desde el punto de vista emocional y desde el punto de vista racional, porque es antirracional ir contra la naturaleza humana. Dicho esto el circo es un elemento pobre en esta educación, si bien es una opción de libre decisión entre los que lo ofrecen y los que lo demandan no es una necesidad universal, y por tanto solo debe ser protegida y apoyada por los que les interese, es decir fuera del ámbito de la subvención estatal.
LIBRO SEGUNDO.- SEGAR
Mas de lo mismo. El malvado banquero y empresario se ceba injustamente con un empleado, al que acaba despidiendo y acusando de un robo que parece ser cometido por su cuñado. Hay que reconocer que se trata de una situación exagerada pero que es posible que se haya dado en la época en que discurre la novela. No obstante no conviene confundir el despido libre con el despido caprichoso.
Sin justificar la acción del empresario, hay que decir que el empleado comete tres cándidos errores, como consecuencia de una clara falta de habilidad social. El primero presentarse a su jefe a pedirle un favor (de esta manera, no solo no consigue el favor sino que sale del anonimato de la masa de trabajadores pudiendo ser, por tanto, objeto de las iras del arrogante empresario. El segundo en contestar sinceramente a las preguntas del empresario cuando este le hace llamar, es fácil convertir la sinceridad en desfachatez. Y por último el seguir confiando en la clase dirigente, al acceder al ofrecimiento trampa que le hace el cuñado del empresario, el cual esta hasta las cejas de deudas.
Al final de este libro el autor recurre al consabido tema del amor adultero para subrayar las consecuencias de un matrimonio arreglado y aceptado por una mujer apática, que de repente descubre los placeres de la vida. El liberalismo nunca ha pretendido atrofiar los sentimientos y emociones, esta práctica es obra de un utilitarismo sesgado, pues el progreso individual y colectivo incluye el desarrollo de las capacidades creativas y emocionales, su conocimiento y su control para potenciar al máximo dichas capacidades y su armonía con la vida cotidiana
LIBRO TERCERO.- ATROJAR
Personajes poco creíbles viene a intentar demostrar que “el interés” no basta para satisfacer al hombre. Es evidente que para ponerse de acuerdo habrá que definir interés. La teoría de Dickens se va al traste si definimos interés como la motivación del ser humano a realizar acciones (conductuales y verbales) que estén orientadas a satisfacer necesidades humanas, tangibles e intangibles, presentes y futuras.
La complejidad humana estriba en la variedad de necesidades humanas y en la diferente proporción que se dan en cada colectivo y en cada individuo dentro de cada colectivo.
Todo acto humano esta movido por el “interés”, interés material o emocional, interés inmediato o diferido, pero interés al fin y al cabo.
La habilidad social consiste en la técnica que proporciona recursos para proteger la totalidad de tus propios intereses, en un contexto de alianzas con otros individuos y colectivos que buscan lo mismo, y donde se dan desequilibrios de poder.

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